Jesús les dijo de nuevo: «La paz esté con ustedes. Como el Padre me envió, así también yo los envío». Y dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes se los retengáis, les quedarán retenidos».
1 JUAN 20:21-23
El sacramento de la reconciliación nos libera de nuestros pecados y nos desafía a tener el mismo tipo de compasión y perdón para aquellos que pecan contra nosotros. Somos liberados para ser perdonadores. Obtenemos una nueva perspectiva de las palabras de la oración de San Francisco: “Perdonando somos perdonados”.
El Sacramento de la Penitencia es un don de Dios para que podamos perdonar cualquier pecado cometido después del Bautismo. En la confesión tenemos la oportunidad de arrepentirnos y recuperar la gracia de la amistad con Dios. Es un momento sagrado en el que nos ponemos en su presencia y reconocemos honestamente nuestros pecados, especialmente los pecados mortales. Con la absolución, nos reconciliamos con Dios y con la Iglesia. El Sacramento nos ayuda a permanecer cerca de la verdad de que no podemos vivir sin Dios. “En él vivimos, nos movemos y existimos” (Hechos 17:28). – del Catecismo Católico de los Estados Unidos para Adultos
El sacramento de la reconciliación nos libera de nuestros pecados y nos desafía a tener el mismo tipo de compasión y perdón para aquellos que pecan contra nosotros. Somos liberados para ser perdonadores. Obtenemos una nueva perspectiva de las palabras de la oración de San Francisco: “Perdonando somos perdonados”.
El Sacramento de la Penitencia es un don de Dios para que podamos perdonar cualquier pecado cometido después del Bautismo. En la confesión tenemos la oportunidad de arrepentirnos y recuperar la gracia de la amistad con Dios. Es un momento sagrado en el que nos ponemos en su presencia y reconocemos honestamente nuestros pecados, especialmente los pecados mortales. Con la absolución, nos reconciliamos con Dios y con la Iglesia. El Sacramento nos ayuda a permanecer cerca de la verdad de que no podemos vivir sin Dios. “En él vivimos, nos movemos y existimos” (Hechos 17:28). – del Catecismo Católico de los Estados Unidos para Adultos
Requisitos
San Miguel sigue el programa de Orden Restaurada de dos años en preparación para la Primera Comunión, en el que se celebrará el Sacramento de la Reconciliación el primer año, y la Confirmación y la Primera Comunión se celebrarán en la misma ceremonia el segundo año.
Los padres o tutores deben asistir a una serie de sesiones a lo largo del año, incluido un retiro para padres e hijos. Los candidatos deben:
Al menos en tercer grado y bautizado católico
Celebrada la Reconciliación el año anterior
Para obtener información más detallada, comuníquese con Claudia en la Oficina de Educación Religiosa, 303-690-6797 ext. 314
Más información
La sagrada comunión culmina la iniciación cristiana. Quienes han sido elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y configurados más profundamente con Cristo por la Confirmación participan con toda la comunidad en el sacrificio del Señor por medio de la Eucaristía. – CIC 1322